VOCACIÓN DE VIDA QUINTO DE SECUNDARIA "A-B"

Toda vocación tiene una dinámica especial por un lado es DIOS quien llama (vocación como don y regalo divino) y es la persona la que responde (vocación como tarea) respuesta posible que se puede entender desde la fe. Pero para ello- siempre es necesaria una ayuda espiritual adecuada. También, podemos afirmar que, toda vocación es un hecho personal, irrepetible e intransferible que se da al interior de una comunidad eclesial. Por ello, es necesario que cada uno conozca qué es la Iglesia y qué vocación tiene en este mundo.
CÓMO SE SIENTE EL LLAMADO DE DIOS
Muchos hombres y mujeres que han experimentado este llamado manifiestan que sintieron el llamado de Dios a través de la oración, de los grupos juveniles de su parroquia, a través de un servicio prestado en algún movimiento cristiano y a través de la realidad concreta, vista, sentida y en la cual se sintieron interpelados, invitados a hacer algo y a dejar todas sus seguridades para entrarse en la realidad de OTROS, otros hermanos, colaborando con la obra creadora y evangelizadora de Dios, entregando su vida por el REINO.
TIPOS DE VOCACIONES A LAS QUE LLAMA DIOS
· Vida de Matrimonio (unión del hombre con la mujer para formar una (familia)
· Vida Religiosa (hacen votos: castidad, pobreza y obediencia, entrega a Dios y a los hermanos. Pueden ser varones o mujeres).
· Vida Sacerdotal (Sólo varones, se consagran por el Sacramento del Orden y hacen promesa de obediencia al Obispo y de celibato, entrega a Dios y a los hermanos).
· Vida Soltera (vida equilibrada, viviendo valores, asumiendo su profesión en su vida diaria).
· Vida Consagrada (laico que vive alguna promesa y servicio a la Iglesia a través de su asociación o Instituto Religioso o Misionero).
ESPIRITUALIDAD
El término espiritualidad podría traducirse como la capacidad de estar vivo. Espiritual quiere decir «viviente», «intensamente vivo». Por tanto, la vida espiritual no consiste en prácticas, rezos o doctrinas, sino en estar atento a JESÚS a las personas cercanas y a los acontecimientos de cada día, que revelan así lo sagrado presente en ellos.
EJEMPLOS DE ESPIRITUALIDAD
He aquí algunos ejemplos de espiritualidad según el criterio de los grandes fundadores de órdenes o congregaciones religiosas: espiritualidad agustiniana, benedictina, franciscana, dominicana, carmelitana, ignaciana, salesiana, diocesana, etc. En realidad las espiritualidades especificas, especialmente de las familias religiosas, tienen su importancia, porque constituye el contenido especifico de la vocación a una y no a otra fundación religiosa; la espiritualidad específica, además, corresponde a la razón de ser de la correspondiente fundación; es la premisa próxima de la vida y de la historia de la fundación respectiva; finalmente, ayuda a quienes la siguen a realizar mejor la misma perfección cristiana, que, precisamente, se alcanza por caminos diversos, del mismo modo que querer ser buen religioso ayuda a ser mejor cristiano.
EL CELIBATO
El celibato no es solo para la vida sacerdotal, la vida consagrada la vida religiosa El celibato no se refiere específicamente a la vida religiosa o a los sacerdotes. El celibato es un estilo de vida, es una forma de vida cristiana que nos conduce a Dios y sobre todo a la construcción del Reino de Dios y nos invita a ser otro Cristo entregado con todo su ser al servicio de los hermanos, promoviendo la fraternidad y la justicia. El celibato de Jesús y el de sus seguidores son simple consecuencia de su dedicación al Reino y el anuncio de la vida futura, una vida de amor universal y de hermanos.
El celibato afirma el amor, no renuncia a él, apunta a hacerlo auténtico y universal a no condicionarlo El celibato no es un empobrecimiento ni una merma de lo humano, el celibato cristiano, varón o mujer, mantiene íntegra la masculinidad y la feminidad, no son impotentes por coacción o por hostilidad hacia la sexualidad, sino por exigencia y necesidad de un amor más grande. Hoy, es claro, en el célibe una renuncia al ejercicio directo y propio de la sexualidad, como expresión de amor. Pero no por miedo, desprecio, represión o exigencia ascética, sino como consecuencia de un amor que no puede circunscribirse a los aspectos típicos y concretos del amor sexual.